ACORDAOS
Acordaos, ¡oh piadosísima Virgen María!, que jamás se ha oído decir que ninguno de los que han acudido a vuestra protección, implorando vuestro auxilio, haya sido desamparado. Animado por esta confianza, a Vos acudo, oh Madre, Virgen de las vírgenes, y gimiendo bajo el peso de mis pecados me atrevo a comparecer ante Vos. Oh madre de Dios, no desechéis mis súplicas, antes bien, escuchadlas y acogedlas benignamente.
Amén.
Esta oración, también conocida por su título en latín “Memorare”, se atribuye San Bernardo de Claraval y es una de las mejores oraciones de confianza que podemos dirigir a nuestra Madre, la Virgen María.
De él son estas palabras:
“Que nuestra alma sedienta acuda a esta fuente, y que nuestra miseria recurra a este tesoro de compasión… Virgen bendita, que tu bondad haga conocer en adelante al mundo la gracia que tú has hallado junto a Dios: consigue con tus oraciones el perdón de los culpables, la salud de los enfermos, el consuelo de los afligidos, ayuda y libertad para los que están en peligro.”
(S. Bernardo, Hom. en la Asunción de la B. Virgen María, 1, 7-8).
Fuente: Devocionario.com
Que linda esta oración, cómo me gusta! y siempre es importante recordar a nuestra Madre.
Hola Frida, ¡sí que es linda esta oración! tiene razón. Gracias por dejar un comentario.