Jesús de la Divina Misericordia

La fiesta de la Divina Misericordia, se celebra el segundo Domingo de Pascua.

Con el fin de celebrar apropiadamente esta festividad, se recomienda rezar la Coronilla y la Novena a la Divina Misericordia; confesarse -para la cual es indispensable realizar primero un buen examen de conciencia-, y recibir la Santa Comunión el día de la Fiesta de la Divina Misericordia.

La esencia de la devoción se sintetiza en cinco puntos fundamentales:

1. Debemos confiar en la Misericordia del Señor.

2. La confianza es la esencia, el alma de esta devoción y a la vez la condición para recibir gracias.

3. La misericordia define nuestra actitud ante cada persona.

4. La actitud del amor activo hacia el prójimo es otra condición para recibir gracias.

5. El Señor Jesús desea que sus devotos hagan por lo menos una obra de misericordia
al día.

 

La Santa Sede decreta día de la Divina Misericordia

La Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos publicó el 23 de mayo del 2000 un decreto en el que se establece, por indicación de Juan Pablo II, la fiesta de la Divina Misericordia, que tendrá lugar el segundo domingo de Pascua. La denominación oficial de este día litúrgico será «segundo domingo de Pascua o de la Divina Misericordia».

Santa Faustina, que es conocida como la mensajera de la Divina Misericordia, recibió revelaciones místicas en las que Jesús le mostró su corazón, fuente de misericordia y le expresó su deseo de que se estableciera esta fiesta. El Papa le dedicó una de sus encíclicas a la Divina Misericordia («Dives in misericordia»).

Novena de la Divina Misericordia