Alma de Cristo
Alma de Cristo, santifícame.
Cuerpo de Cristo, sálvame.
Sangre de Cristo, embriágame.
Agua del costado de Cristo, lávame.
Pasión de Cristo, confórtame.
¡Oh, buen Jesús!, óyeme.
Dentro de tus llagas, escóndeme.
No permitas que me aparte de Ti.
Del maligno enemigo, defiéndeme.
En la hora de mi muerte, llámame.
Y mándame ir a Ti.
Para que con tus santos te alabe.
Por los siglos de los siglos. Amén.
Origen
Su origen se le atribuye erróneamente a San Ignacio de Loyola, fundador de la orden de los Sacerdotes Jesuitas quien lo incluyó en sus ejercicios espirituales, sin embargo, su origen se encuentra en manuscritos anteriores a su nacimiento.
Se remonta a la primera mitad del siglo XIV, y fue enriquecida con indulgencias por el Papa Juan XXII en el año 1330. Prácticamente todos los manuscritos concuerdan con estos dos hechos, así que no existen dudas acerca de su exactitud. En lo que respecta a su autoría, todo lo que podemos afirmar es que quizás fue escrita por Juan XXII.
Es una oración muy sencilla, escrita para ser meditada y rezada constantemente. Es corta y de fácil memoria. Así que no tiene importancia quién la haya escrito, es un verdadero tesoro poder conocerla y rezarla; ojalá a diario.
Es implorar a Cristo por su ayuda en cada uno de los elementos que rodean nuestra fe en Cristo, su Alma, su Cuerpo, su Sangre, su Agua y su Pasión y lo más importante, nuestra resurrección en Jesús después de nuestra muerte terrenal.
Es muy apropiada para rezar después de recibir la Sagrada Comunión por su dimensión eucarística (referencia al Cuerpo y Sangre de Cristo) que siguen actuando hoy en día.
Otros recursos
Si desea encontrar más recursos puede visitar estos dos enlaces:
Enciclopedia Católica On Line
o
Este link de Infocatólica
Música
Aquí tiene también un video con la oración como una canción:
Me conmueve cada vez que la Canto en misa luego de la communion.
Es lo que necesito para sentir me en comun con Cristo. Me siento en su presencia.